‘Maravilla’ Valencia volvió a la Champions con el talento de siempre
El tobillo respondió sin problemas en la primera cita, tras aquel aciago 14 de septiembre, que lo dejó fuera de combate.
Valencia fue recibido entre aplausos al levantarse del banquillo de Old Trafford por orden de su entrenador Alex Ferguson, para saltar al mismo campo que aquella fatídica noche de septiembre abandonó en camilla y con una máscara de oxígeno, ayudándole a respirar para aliviar el salvaje e irresistible dolor.
Aquella velada, el Manchester jugaba ante los Rangers de Glasgow, un duelo de la fase de grupos que terminó en empate sin goles y, 182 días después, el internacional ecuatoriano saltó al mismo césped para enfrentarse al Olympique de Marsella en el choque de vuelta por los octavos de final. Ingresó a los 61 minutos del partido en sustitución del portugués Nani y tras haber probado su forma, durante 45 minutos en la cita de la Copa Inglesa ante el Arsenal de Arsene Wenger, el pasado fin de semana. No jugó en gran forma en los dos tramos citados. Eso está totalmente claro. Tan poco lo hizo en forma deficiente. Es lógico que su falta de contacto con la alta competencia, pase la factura. Para ningún jugador ha resultado fácil, regresar con todas las luces prendidas, tras una lesión de la gravedad que revistió la doble fractura de su tobillo zurdo. Hay que celebrar su retorno. Está intacto, repleto de fortaleza, con ganas de luchar por su ubicación en el primer equipo. Es entendible, que aún muestre recelo para ir al choque sin temores. La secuela de la lesión será su permanente compañera por un buen lapso. Sólo su fortaleza sicológica le irá devolviendo la fe y la seguridad con el transcurrir del tiempo. Y no debe desesperarse. La confianza para ir a las refriegas del área llegará sola.
Si en Manchester celebran su regreso y Alex Ferguson ya puede contar con uno de sus principales agentes de gol, la noticia no es menos halagadora para la selección nacional. Antonio Valencia es la máxima figura de nuestro fútbol en la hora actual. Su jerarquía, su dimensión internacional, su roce con las grandes estrellas, son un plus incomparable. ‘Maravilla’ está llamado a ser el conductor de la Tri. El eje y el símbolo del once del colombiano Reinaldo Rueda, que prepara la tropa para encarar la Copa América y las eliminatorias para el Mundial Brasil 2014. Será el abanderado, el jugador que empuñe la conducción de las huestes compatriotas, en esas citas de indiscutible envergadura. Ha vuelto el socio del gol y estamos felices.