Un sismo de magnitud 6,4 grados en la escala de Richter se produjo al suroeste de Tokio, sin registrar mayores daños. La agencia meterológica de Japón no emitió ninguna alerta de tsunami, pero si anunció que podrían registrarse variaciones en el nivel del mar. Además, los trenes bala fueron paralizados temporalmente entre las estaciones de Yokohama y Shizuoka. Seis personas resultaron con heridas leves a consecuencia del temblor, mientras 20.000 hogares se quedaron sin luz. Los dos reactores nucleares que se sitúan cerca de esta zona continúan funcionando normalmente, según las informaciones de la compañía eléctrica Chubu Electric Power. Se cuentan ya en más de 200, el número de réplicas del grave terremoto. Por otro lado, una fuga radiactiva de peligroso nivel, procedente de una planta atómica dañada, forzó a Japón a ordenar que 140 mil residentes de zonas adyacentes se encierren en sus casas después que una explosión y un incendio empeoraron dramáticamente la crisis en la zona. El primer ministro Naoto Kan, dijo que la radiación se había esparcido desde los cuatro reactores de la planta nuclear en Fukushima, generando pánico en los pobladores.
Explosiones aumentan radiación
En un perímetro de 30 kilómetros alrededor de la central nuclear, se ha ordenado la evacuación inmediata y se ha establecido una zona de exclusión aérea. La alerta ha llegado a Tokio, porque el viento podría arrastrar las partículas radiactivas a la ciudad, mientras que la agencia nuclear japonesa pide ayuda a la ONU y a Estados Unidos.