El ‘Patón’ ya está decidido a colocar dos hombre netos de ataque. La duda pasa por definir al acompañante de Hernán Barcos.
Está visto que Peñarol vendrá a defenderse, el jueves en el crucial choque copero que se cumplirá en la cancha de Ponciano, a las 19h30. Los mirasoles manejan un fondo importante de puntos, tras la magistral victoria en el estadio ‘Malvinas Argentinas’ ante Godoy Cruz, y el cachetazo propinado a Liga, la semana anterior en el mítico Centenario. Que a nadie le quepa ninguna duda, que el once charrúa, camina en punta y que es el más opcionado a ganar uno de los boletos para seguir en carrera en la Libertadores, más si tiene que afrontar sus dos últimos y decisivos choques en condición de local. Bauza no descubre nada del otro mundo al proclamar, que los uruguayos, colocarán en la ‘Casa Blanca’ un esquema amarrete, copando de volantes y zagueros los últimos metros de la cancha y apostando al temible contragolpe que poseen, la posibilidad de asestar el golpe de gracia en el marco de Dida Domínguez. Esta fórmula le dio excelentes resultados en su visita a Mendoza, donde hicieron gala de mortíferos contraataques, que desplomaron el andamiaje del equipo argentino. Diego Aguirre está convencido de repetir la fórmula. Le conviene cuidar el fondo físico de sus hombres, esperando en la mitad de la cancha, cortando los circuitos, marcando a los generadores de juego de la ‘U’ y esperando el momento propicio para lanzar a sus cohetes, Olivera y Luis Aguiar para atrapar fuera de foco a la zaga ecuatoriana. Hay tres temas que preocupan en el funcionamiento de Liga. La defensa sigue extrañando la jerarquía del ‘Beto’ Araujo. Hay problemas mayores de mediocampo hacia adelante. La ausencia de los Bolaños, fundamentalmente Miller, perjudica a Ezequiel González, que se siente solitario y desprotegido en la tarea de armado, más si su condición física, afectada por las últimas lesiones, le han restado movilidad y espíritu de lucha. Habrá que esperar, que la magia de su talento, ofrezca el abastecimiento y la claridad, que obligará un partido cerrado, lleno de obstáculos en el sector más importante de la cancha. El problema mayor radica en la vanguardia. Barcos no encuentra al acompañante ideal, si la idea inamovible de Bauza, es colocar al ‘Pirata’ como punta neto.
Si va a poner a dos hombres en el ataque, encontrar al socio ideal, es un tema complicado. El ‘Chino’ Luna está en la ‘luna’.
Está perdido, peleado con el arco y sin visos de mejoría, afectado también por los continuos castigos verbales de la tribuna. La otra posibilidad es ‘Mamita’ Calderón, un delantero lagunero, intermitente y de escasa capacidad técnica.
Si estaría en los zapatos del ‘Patón’ , colocaría a Luna. Es lo mejor dentro de lo peor. Crecen los fantasmas de Juan Manuel Salgueiro, un jugadorazo que se quedó afuera por el maldito dinero.
