El régimen chino se muestra recio a una posible intervención militar en Libia, según declaraciones de la ministra de relaciones exteriores Jiang Yu. A pesar de haber condenado la violencia utilizada por el régimen de Gadafi para sofocar las revueltas, el Gobierno chino confía en una restauración de la estabilidad y el orden de manera pacífica. La postura de China es decisiva, puesto que Pekín cuenta con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que podría bloquear cualquier intervención. Reino Unido y Francia trabajan en la elaboración de un proyecto para establecer una zona de exclusión sobre Libia.