Viena, 8 mar (EFE).- Un espacio cerrado de 110 metros cuadrados en el que se hacinan 144 personas, sin calefacción, sin agua caliente, con un sólo retrete. Así son la condiciones de vida de los inmigrantes irregulares retenidos en Grecia, según denunció hoy en un informe la Agencia de Derechos Humanos de la UE (FRA).
«Las condiciones de vida sólo pueden ser calificadas de inhumanas». Ese veredicto que emite la FRA en su estudio, publicado hoy en Viena, no deja lugar a dudas sobre la sistemática vulneración de los derechos humanos de las cientos de personas alojadas en centros de detención a lo largo de la frontera con Turquía.
En esta línea de 12,5 kilómetros se producen el 90 por ciento de todas las detenciones de inmigrantes que tratan de entrar irregularmente en la UE.
Sólo en los seis últimos meses de 2010, unas 38.000 personas indocumentadas fueron arrestadas mientras trataban de cruzar esa frontera. El grupo más numeroso, casi la mitad, procede de Afganistán.
El informe, producto de una visita de inspección en la región fronteriza de Evros en enero de 2011, indica que los cuatro centros de detención en esa zona albergaban a unas 885 personas, pese a que la capacidad teórica es de sólo 487.
Según indicaron a Efe fuentes de la FRA, los periodos de internamiento se prolongan en ocasiones hasta seis meses.
La ola de inmigrantes, la política griega de internar a todos los interceptados, la falta de coordinación entre los cuatro ministerios con competencias en migración y la falta de recursos, son algunos de los factores que ha hecho que la situación degenere en una auténtica crisis humanitaria.
«La situación en la frontera externa terrestre de la Unión Europea que separa Grecia de Turquía constituye una emergencia en materia de derechos fundamentales», denunció hoy el director de la FRA, Morten Kjaerum, en un comunicado.
El responsable de la agencia critica que incluso mujeres embarazadas y familias con niños pequeños son detenidas «en condiciones infrahumanas».
El informe critica también que Grecia no ha hecho nada para superar esta crisis y mejorar las condiciones de vida de los detenidos.
«Aunque descrita como una emergencia humanitaria, la situación en Evros no se está gestionando como tal», indica ese reporte.
La falta de reacción por parte del Gobierno de Atenas resulta aún más cuestionable porque no se han empleado los fondos europeos disponibles.
Así, la FRA recuerda que Grecia ha recibido entre 2008 y 2010 casi 17 millones de euros para atender situaciones de emergencia relacionadas con refugiados, unas partidas que no han sido empleadas.
La agencia no duda en recordar a Grecia que, como socio de la UE, «tiene la obligación de respetar la Carta de Derechos Fundamentales de la UE» y la conmina a «desarrollar soluciones alternativas».
Entre esas soluciones para «reducir el sufrimiento», la FRA propone acabar con la detención automática de todos los inmigrantes irregulares y que ONGs o la Cruz Roja se hagan cargo de los indocumentados que no presenten un riesgo de pasar a la clandestinidad.
Pero también reconoce que las autoridades griegas necesitan la solidaridad y el apoyo europeo, especialmente en tareas de coordinación y de empleo de los fondos comunitarios. EFE