El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue sometido a una operación maxilofacial de trasplante óseo y de implantación con anestesia general, como consecuencia de las secuelas que le dejó la agresión sufrida en diciembre de 2009, al término de un tenso mitin político en Milán. El golpe, le causó una lesión contusa interna en el labio superior.