El gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, decretó un aumento salarial del 10 % para militares, policías, maestros y trabajadores de la salud, y fijó el mismo porcentaje como base de negociación para las empresas privadas. Los aumentos fueron aprobados por el Gobierno unilateralmente, tras fracasar las negociaciones con la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor organización sindical del país, que pidió ajustes mayores dada la oleada inflacionaria que vive Bolivia. La Central Obrera, que protagonizó una huelga general hace varios días, afirma que el costo de vida mensual de una familia de cinco personas es de 8.309 bolivianos (1.183 dólares), incluidos alimentos, vestimenta, vivienda, educación, transporte y recreación. Pero que casi nadie los cubre.