Muy difícil ha resultado cobrarle las deudas a Álvaro Noboa, tomando en cuenta que es uno de los empresarios más ricos del país y que tiene a su haber más de cien empresas. Resulta que no le pareció la decisión del Servicio de Rentas Internas de cobrarle 90 millones de dólares por la evasión de impuestos del año 2005 e interpuso un pedido de revocatoria en la Corte Constitucional. Este tipo de evasiones le cuestan mucho al país, sobre todo por empresas como estas que generan millones de dólares en ganancias. Es importante no dejar pasar estos procesos, porque además de representar mucho dinero en pérdidas, también es una injusticia para todos los demás simples mortales, que no generamos millones de dólares, pero que sí estamos en la obligación de pagar nuestros impuestos regularmente y sino lo hacemos, tenemos muchas complicaciones. Álvaro Noboa no ha conseguido el poder político, pero el económico que tiene, le hace pensar que puede tranquilamente, regatear sus deudas con el país.