El volante rioplatense llegó como la gran atracción del cuadro torero, pero su presencia hasta ahora es imperceptible.
Rodrigo Marangoni la rompía en el Deportes Tolima de Colombia. Sus excelsos tiros libres y su juego talentoso obnubilaron a los directivos canarios, que fueron a buscar su concurso, tras la espectacular campaña del argentino en el marco de la Copa Sudamericana. Harb y sus boys, pensaron encontrar en ‘Maranga’ a un ‘10’ como los de antes. De esos que hicieron época en Barcelona, enloqueciendo hasta las lágrimas a las tribunas canarias. Advirtieron que podía tomar la posta de esa raza de cracks que engrosaron en otros tiempos, el brasileño Víctor Epanhor, Severino Vasconcellos, Marcelo Trobianni y en la última gran época, el boliviano Marco Antonio Etcheverry, el ‘Diablo’ del Altiplano, que fue el último girón de esos jugadores diferentes, que fueron mimados por el ‘Pueblo Amarillo’.
Confieso, la idea no era descabellada. Marangoni estaba jugando bajo las luces del éxito. Varios equipos se lo disputaban. Firmó para el ‘amarillo’ y todo parecía que estaba a pedir de boca. Inclusive comenzó mostrando su veneno con pelota quieta, en los entrenamientos y todos se frotaban las manos. Sentían que cada tiro libre, ya era medio gol. De repente, el rendimiento de Marangoni se metió en el freezer, casi por propia voluntad, y al ‘Poeta’ Insúa no le tembló la mano para recluirlo en el banco de suplentes en los primeros partidos del campeonato 2011. Ahora, ante la presión de la hinchada, Rodrigo se apuró a decir esta semana, que él no firmó un contrato que le obligue a ser titular, abriendo el paraguas de una justificación infantil, irresponsable y poco profesional. Resulta un desquicio, esperar a un jugador extranjero de esos quilates para que se coloque el overol, el momento que crea conveniente. Hay que decir, que hasta ahora, la inversión realizada por Barcelona para contar con sus servicios es un auténtico desperdicio. Nadie se ocupó de firmar un contrato, que contemple su obligación de ser titular, porque está entendido que venía con la etiqueta de figura. Parece ser, que ciertos jugadores foráneos no entienden esa gran responsabilidad. Gozan de contratos diferentes, con sueldos astronómicos, que obligan a un concurso estelar. Es el caso del ‘Chino’ Luna. Su ahora opacada historia de goleador no aparece en la ‘U’. Ya han pasado 8 meses y aquel cañonero temible de Tigre, se ha convertido en un ratón inofensivo. Sino recordemos sus desatinos frente a Godoy Cruz en el debut en la Copa Libertadores de América. De los ‘astros’ que llegaron este año, el único que pinta para maravillar es Ezequiel González. A los otros, es preciso exigirles que devenguen lo mucho que ganan. O tirarlos a la calle de la desocupación. ¿A sudar!
Por: Raúl Cruz Molina