El fervor embargó a los mineros chilenos rescatados el año pasado, a seguir hoy los pasos de Jesús en la Vía Dolorosa y orar en el Santo Sepulcro de Jerusalén para agradecer el milagro de su rescate. La emoción se apoderó de todos, mientras trataban de escaparse de las cámaras de los periodistas para tener un momento de recogimiento.