Vie. Nov 22nd, 2024

El ‘Juventudes de América’ dejó a un puñado de jugadores nacionales en la óptica del mercado internacional
El boleto al Mundial Sub 20 de Colombia que se jugará entre julio y agosto, arrojó una herencia positiva, que refleja la calidad de la cantera ecuatoriana. Más allá de la complicada intervención, que en algún momento tambaleó por situaciones de carácter táctico, es preciso reconocer la tarea sacrificada, férrea y capaz del técnico Sixto Vizuete, que logró recomponer la imagen y obtener el pasaporte a una cita de semejante envergadura. Jamás ha sido nuestro propósito descalificar al adiestrador compatriota. Más bien, desde nuestro andarivel de críticos, es imprescindible contarle a la masa futbolística, una versíón ajustada a los hechos, que de ninguna manera significa una suerte de animadversión a los profesionales nacionales. Siempre estuvimos y siempre vamos a estar alentando su tarea. Pero esa intención, de ninguna manera nos quita la opción y el derecho como comunicadores a colocar nuestro punto de vista, siempre y cuando sean realizados desde la vereda de la verdad, sin ningún tipo de apasionamiento. Con honradez y sensatez. Con equilibrio y razón. Por eso me sorprende la reacción virulenta, de varios adeptos a Sixto Vizuete, que han respondido las objeciones efectuadas a sus planteos tácticos, confundiendo las mismas con un antinacionalismo, que no tiene asidero. Enfoco, para públicamente, desestimar la reacción de un sector que interpreta nuestra tarea de manera equivocada. Es preciso ratificar que la selección que manejó Sixto tiene un inmenso caudal. Individualmente, la plantilla exhibe perfiles sobresalientes. En esa selección Sub 20 están muy buenos jugadores, que garantizan un enorme futuro. Es la explicación, al enorme interés que existe en varias entidades internacionales de nutrirse con estas nacientes figuras de nuestro vivero. Es para el aplauso, constatar, que Renato Ibarra, que fue el ‘pulmotor’ de la selección Sub 20, ahora conste en los planes del Villarreal de España, que se ha convertido en el mejor trampolín de nuestros jugadores. Al ‘Submarino Amarillo’ llegó Antonio Valencia, hasta recalar en el ultra prestigioso Manchester United. Y Andrés Oña también está en la vidriera. Y seguramente se irán muchos más. Hay razones para aplaudir.

Por: Raúl Cruz Molina

Por ccarrera