En la parroquia de San Antonio de Pichincha, la urbanización El Solar está a menos de tres metros de la quebrada. Sus moradores afirman que con el pasar del tiempo, unos 50 metros se han hudido en el desfiladero y que afortunadamente este espacio no estaba habitado. Algunos moradores llevan 20 años en el lugar, pero saben que, probablemente, en 5 años más, los metros de terreno podrían desaparecer. A este problema se suma el alcantarillado que genera debilidad en el suelo. Según Ana Arias, habitante del sector, este sistema, que fue construido hace ya varios años, ha colapsado en su totalidad. En tal circunstancia, las aguas servidas se están yendo directamente a la peña, lo que produce un debilitamiento del suelo.
A simple vista se puede apreciar el peligro al que se ven conminadas ciertas viviendas ubicadas al filo de la quebrada. Por eso quienes habitan es este lugar piden ser reubicados, ya que existen varias familias que viven en condiciones de riesgo y temen por su seguridad. Hacen un llamado al Municipio de Quito.