Sáb. Nov 23rd, 2024

La ‘Noche Blanca’ tuvo sentimientos encontrados.
La fiesta estuvo en las gradas. Mientras la tristeza por el luto de Bauza, conmovió los corazones de todos.
Fue un show de altísimos quilates. De principio a fin. Música, juegos de luces, fuegos de artificio y la presentación en sociedad de un sponsor de enorme jerarquía. Diners Club se apropió de la parte central de la camiseta de Liga, entendiendo que se vincula a la marca más prestigiosa y atractiva del mercado futbolístico, priorizando los mutuos intereses comerciales, por encima del viejo y enraizado antagonismo que siempre imperó entre Fidel Egas y Rodrigo Paz Delgado. 
Las gradas reventaron en aplausos. Cerca de 30 mil personas representaron al ‘Pueblo Blanco’, que extendió la primera muestra de inviolable cariño a su equipo. El aliento de la ‘Muerte Blanca fue conmovedor. Ponciano tembló durante 120 minutos, al compás de los cánticos y el flamear de las banderas, en manos de los miles de hinchas, abarrotados hasta la asfixia en la bandeja inferior del majestuoso escenario de los albos. La noche estuvo preciosa. Un frio soportable le dio un tono agradable al clima, mientras las tribunas se remecían saludando los nombres, que uno a uno, iba anunciando Pancho García, entre el delirio de la multitud. El partido era el capítulo esperado. Once Caldas no es cualquier rival. Es el campeón del fútbol cololmbiano, y alguna vez también ganó la Copa Libertadores de América. Liga fue superior. Lo superó en todos los sectores de la cancha, pero falló en los metros finales. Barcos estuvo con el pie cambiado e inclusive erró un penal, que el buen arquero Luis Martinez, intuyó volando sobre la raíz del palo izquierdo. Y mandó a volar sobre el travesaño, otros tres remates. Igual hizo Jorge Guagua, a dos metros del arco. Apareció como un fantasma en el área y no le pudo pegar con eficacia al rebote de un tiro libre, que reventó como en un resorte en el pecho del golero colombiano. Fueron muchos intentos, todos sin éxito que consumieron el primer tiempo, resaltando la precisa actuación del ‘Chucho’ Bolaños, que regresó a la ‘U’ y lo hizo con todas las luces. Jugó en la parcela del ‘10’ y cumplió con eficacia.
En el complemento vino el gol sorpresivo de los norteños, tras una jugada de Félix Nicolta, que limpió a la defensa y burló al arquero Viteri para meter con arco abierto la pelota en la red.
La ‘U’ no bajó los brazos y se fue con furia al ataque, mientras Di Leo ejecutaba varias variantes. Entró José Francisco Cevallos, el hijo del ‘Gran Pancho’ marcando un hito histórico en el balompié nacional, cuando el propio ‘Pepe Pancho’ ingresó a custodiar el pórtico, en medio de una espectacular ovación. ‘Mamita’ Calderón puso la paridad sobre el final. Recibió un centro de Hidalgo y se zambulló como un Jumbo. Le puso justicia a un examen que terminó aprobado. El ‘Pueblo Albo’ se fue en paz.

Por: Raúl Cruz Molina

Por ccarrera