Un funcionario del Gobierno indio fue rociado con gasolina y quemado vivo por un grupo de tratantes de combustible cuando se presentó para inspeccionar sus instalaciones en el oeste de la India, con la sospecha de que cometían un fraude.
El funcionario Yeshwant Sonawane se desplazó junto a un secretario a un almacén de las afueras de Malegaon, en la región de Maharashtra, con el propósito de comprobar si en las instalaciones se robaba y adulteraba combustible.
Fue entonces cuando, de acuerdo con su superior, una banda de gángsters le atacó y roció con querosene y gasolina, y luego le prendió fuego, antes de emprender la fuga.
Sonawane murió en cuestión de minutos, pese a la llegada de la Policía y funcionarios del distrito.
El secretario del ramo, aseguró que el crimen pone en manifiesto el poder de la mafia y la precariedad del servicio civil en esta región, cuya capital es Bombay.