Los centros hospitalarios de la capital no dan abasto, la crisis se agrava y los dirigentes responsabilizan a los usuarios. Grave crisis.
“Llegué con un corte profundo en mi mano, cuando traté de ingresar, me indicaron que debía esperar hasta que un médico se desocupe, y el sería el encargado de atenderme”, señaló un usuario de un hospital público, ubicado al norte de la urbe.
Como este cientos de casos, que a diario viven molestias por no poder ser atendidos en la brevedad posible, porque los hospitales están trabajando al limite de sus capacidades.
“El calvario inicia cuando solicitamos el turno llamando a la línea del Instituto de Seguridad Social. Son horas y horas de permanecer en el teléfono esperando que se nos conceda el turno requerido”, indicó Mario Calvache.
Mario recibió un turno para el área de gastroenterología, para dos semanas después de realizar la llamada.
“En mi dura condición de desempleado no estoy en la capacidad de contratar un servicio particular de salud. Es por esa razón que debo acudir a los hospitales públicos, pero aquí la realidad, duele”, concluyó Mario Calvache, visiblemente molesto.
Estos son dos casos, uno emergente y uno para consulta. Ninguno de los dos recibió atención oportuna.
Representantes de estos hospitales indican que los usuarios son los que por mala información estancan el servicio por ellos prestado.
“Los hospitales no deben atender a pacientes que pueden dirigirse a los sub centros médicos”, acotó un galeno.
Deben canalizar la atención
Uno de los problemas graves que viven los hospitales en Quito, es la falta de espacio para atender a los pacientes.
Es por esta razón que los usuarios deben asistir a los centros de salud, en primera instancia, ellos son los encargados de remitir a los enfermos más graves a los hospitales.
El orden es prioritario en época de crisis.