Denuncia mentirosa pretendía dañar su buena reputación e imagen pública
Jaime Toral Zalamea saltó como «leche hervida» ante la denuncia de Deisy Elizabeth García, esposa de Antonio Ponce Cassola, supuesto propietario de la discoteca «Zouk», en la que lo implicaba de «robo agravado, violación de domicilio y asociación ilícita», hecho ocurrido a mediados de esta semana.
La denuncia que tomó notoriedad pública y que fue motivo de notas periodísticas en varios diarios, incluído El Popular, trajo la virulenta reacción de Toral, que afirma enfáticamente que todo lo aseverado en el escrito por Elizabeth García, es falso.
El abogado Toral Zalamea rechazó, objetó e impugnó ante el Fiscal de lo Penal del Guayas, Ernesto Sánchez Girón, todo lo manifestado por García, calificando como «mamotreto de denuncia», que «lesiona su buen nombre, perjudica su imagen, por lo malicioso e irresponsable del contenido de la misma».
Toral sostiene que la afirmación temeraria de Elizabeth García, atenta contra el Derecho al Honor contemplado por el numeral 18 del artículo 66 de la Constitución Política del Estado.
Precisó que jamás ingresó al local de la discoteca, en compañía de 30 sujetos, y peor aun procedió a violentar las seguridades del lugar y agredir a los presentes que se encontraban en ese instante en el interior del bar.
Toral puntualiza, que el 9 de julio llegó hasta el local de la Discoteca Zouk, ubicada en la Zona Rosa del Puerto Principal, en la calle Panamá 417, para cumplir una diligencia legal en representación de José Enrique Delgado Véliz, comerciante ecuatoriano domiciliado en Guayaquil, que había adquirido mediante escritura pública la propiedad de Cesión de Derechos del mencionado centro nocturno.
Delgado contrató los servicios profesionales del abogado Toral Zalamea, en vista que desde el 25 de marzo del 2009, en el que cerró el negocio de compra de la discoteca y todos los muebles bienes y enseres de la misma, con Alberto Ponce Alvarado y Antonio Ponce Cassola, estaba impedido de ejercer su derecho a ingresar al negocio, que ya era de su propiedad.
Advirtió Delgado que la Cesión de Derechos fue traspasada mediante escritura pública, firmada el 25 de marzo del 2009, ante la abogada Jenny Campuzano Figueroa, Notaria Titular del Cantón Palestina de la Provincia del Guayas.
Dijo que formuló su reclamo, en vista que los bienes muebles y enseres puedan desapacer, ocultarse o destruirse. Lo hizo amparado en el Código de Procedimiento Civil.
El abogado Toral, acotó que la diligencia se cumplió el 9 de julio a las 16h10 y que llegó al local de la Discoteca «Zouk» en compañía de los peritos designados, ingresando por una puerta lateral de madera, constatando que en el interior se encontraban dos personas, y una de ellas, dijo ser el administrador.
«Cuando se estaba llevando a cabo la inspección, escuchamos que golpeaban la puerta metálica de escape, por la que trataban de ingresar varios jóvenes. Al no existir las garantías necesarias, a las 16h30 nos retiramos del lugar en compañía de las autoridades», enfatizó el abogado guayaquileño
Toral Zalamea, expresó que con documentos prueba en forma fehaciente la infame demanda, demostrando que no usó la fuerza, no agredió a nadie, y jamás se llevó las 12 botellas de whisky, que cita perniciosamente Elizabeth García.
Rechazó la frase que señalaba el artículo de El Popular, en el que se expresaba, que la violencia es su «modus vivendi».
«Soy un hombre honrado, vivo de mi trabajo, tengo la frente limpia y ayudo representando a los pobres, cuando no tienen dinero para pagar un abogado», acotó con claras muestras de disgusto en su voz.
«No es justo, que a una persona de buenos sentimientos y acciones, que ha demostrado un proceder franco y de apoyo a la comunidad, le impliquen en temas, que no son más que una destestable mentira», enfatizó con documentos probatorios en la mano.
A Toral Zalamea, le asiste la verdad. Es justo reconocer el desliz periodístico al describir la demanda en su contra. Mil disculpas. A todo señor, todo honor. Toral está libre de culpa.