Muerte de michael jackson ha sido calificada como un «caso criminal».
La muerte del «Rey del pop», Michael Jackson, ha sido calificada por la Policía como un «caso criminal», y las pesquisas se centran en su médico personal, Conrad Murray.
Los datos obtenidos hasta ahora indican que Jackson murió por una sobredosis del narcótico «Propofol».
El forense Ed Winter declaró que el misterio en torno al fallecimiento del artista, podría quedar resuelto la próxima semana, cuando estén todos los resultados de los análisis practicados al cadáver.
Durante un registro, la Policía encontró en casa de Jackson la sustancia «Propofol», que no está autorizada fuera de los hospitales, así como aparatos para inyecciones intravenosas y un tanque de oxígeno.
Por otra parte, Arnold Klein, el dermatólogo que atendió durante muchos años a Michael Jackson, recibió el último martes una segunda citación judicial, en la que los forenses exigieron al médico que entregue documentación importante sobre el artista.
Mientras tanto, Murray, que trató de reanimar al artista el 25 de junio, cuando tuvo un paro cardíaco, hizo saber el pasado martes, a través de su abogado, que nunca ha tenido contacto con Klein.
La Policía está investigando al menos a cinco médicos que trataron al cantante y le prescribieron medicinas.
Las investigaciones tomaron fuerza esta semana, luego de que un dentista que atendió a Michael Jackson en México en 1993, aseguró que el cantante era adicto al medicamento «Demerol», que le fue aplicado por decisión propia para no sentir dolor al extraerle una muela que sólo tenía caries.
«No era un ser humano común y corriente, era como un extraterrestre, porque era temeroso del dolor», contó el endodoncista Guillermo Huber, quien explicó que el 1 de noviembre de 1993, le llamaron a su casa para que atienda a Michael. En opinión de Huber, el procedimiento que le hizo a Jackson no era fuerte, pero que el cantante «dijo sentir dolor como pretexto para que le apliquen el analgésico».
