Mar. Oct 22nd, 2024

Al caminar por las calles de la urbe podemos notar la cantidad de ruido que emanan los vehículos. La situación nos ensordece.

Según la Organización Panamericana de la Salud en la capital del país, los niveles de ruido, no deben sobrepasar los 55 decibeles en la mañana y en la tarde los 45. Sin embargo estas cifras no se respetan.
El resultado de algunas mediciones realizadas por la Dirección Metropolitana de Medio Ambiente (DMMA) indican que el promedio de desibeles en el sector sur superan los 80, siendo los sectores más conflictivos la Avenida Napo y la Maldonado, por ser zonas altamente comerciales.
En el centro histórico, el promedio de decibeles supera los 80 y en el norte, el sector con más ruidoso es el Aeropuerto Mariscal Sucre, que presenta un promedio de 106 decibeles.
En la Comisaria del DMMA, se receptan semanalmente cerca de 30 denuncias por contaminación acústica. Al momento, la Policía Metropolitana Ambiental también ejerce el control del ruido, principalmente con los pitos de los autos.
EL RUIDO ENFERMA
Cerca de 20 conductores son sancionados diariamente por violar la norma de control del ruido en el distrito metropolitano.
La contravención entregada corresponde a una multa de primera clase según la ley de tránsito.
El fin de este control es frenar con este abuso, que en algunos casos puede generar problemas físicos leves hasta llegar a la pérdida de la audición, estrés y problemas psicológicos.
La molestia es diaria en todo el casco capitalino.
Los niños son los más afectados.

Las discotecas, peligro real

Otro de los lugares donde no se acata la normativa de uso mesurado del ruido, son los centros de diversión nocturna, donde sin precaución alguna se eleva el volumen a grados preocupantes, sin importarles las consecuencias que este abuso puede generar. El ruido es tan fuerte, que existen denuncias médicas de personas afectadas.