Emilio 20 años. Una mala mujer me quebró el corazón. Nos conocimos en nuestro natal Chone, en épocas de colegio. Fuimos enamorados durante toda la secundaría, pero cuando nos graduamos tuvimos que separarnos porque viajé a la capital para estudiar medicina. Nos veíamos los feriados y en vacaciones. Pese a la distancias jamás deje de amarla y mi sentimiento creció cada día más.
Hablábamos y chateabamos todos los días y ella siempre me juró amor eterno y nunca me dijo que ya tenía otro gil que la mime y la consienta.
El fin de semana anterior quise darle una sorpresa y me pegué el viaje. El sorprendido fui yo cuando la vi embarazada. El ‘carebonito’ del barrio le puso un par de gemelos a la muy pérfida.
Cuando la vi, casi me da un ataque cardíaco. Me puse a llorar como niño y me emborraché. No me canso de insultarla.
Mi Querido Emilio:
Tienes razón de estar furioso, pero no dejes que el dolor te gane. Supérate y gradúate pronto para que vea de lo que se perdió.
Tu amiga Conchita