El hombre más alto del mundo, con 2,465 metros de altura, aseguró que no desea seguir creciendo para batir más records.El hombre más alto del mundo, con 2,465 metros de altura, aseguró que no desea seguir creciendo para batir más records.
“Hace dos años que mido lo mismo. ¡Ya crecí durante suficiente tiempo y no quiero crecer más!”, bromeó el turco Sultán Kosen, de 27 años, al ser presentado oficialmente como el hombre más alto del mundo en un acto de la organización Guinness en Río de Janeiro.
Nacido el 10 de diciembre de 1982 en Mardin, sudeste de Turquía, Kosen recordó que cuando tenía diez años ya medía lo mismo que su padre, 1,60 metros de altura, y que tan sólo dejó de crecer dos años atrás, cuando ya pasaba de los dos metros y cuarenta centímetros.
Según él mismo contó, su crecimiento desmedido se debe a un tumor situado cerca de su cerebro que los médicos han intentado retirar en tres ocasiones, aunque sin éxito.
Ese tumor afectó las funciones de su glándula pituitaria, que controla las hormonas del crecimiento, motivo por el cual su cuerpo se desarrolló fuera de los parámetros normales y hasta precisa de muletas para caminar.
Reconoció que su altura era un impedimento para llevar una vida normal y le costaba relacionarse con la gente, porque siempre le veían con miedo o se burlaban, aunque también declaró que las cosas cambiaron desde que ganó el Guinness.
Kosen resaltó las dificultades que tiene para encontrar ropa y especialmente calzado, puesto que también tiene las mayores extremidades del mundo: sus manos miden 27,5 centímetros y sus pies, 36,5 centímetros (equivalente a un número 60 de calzado).
A pesar de pertenecer a una familia humilde, su casa está adaptada para que pueda vivir en ella cómodamente: los techos están a 2,80 metros de altura y su cama está hecha a medida.
Confesó que en los hoteles tiene que juntar 3 camas para descansar