Al caminar por las principales avenidas comerciales del distrito metropolitano, salta a nuestra vista uno de los problemas ornamentales más graves de la capital. Las paredes están cubiertas de publicidad, los postes y semáforos son lienzos y el cielo se ve nublado por vallas o pantallas leds.
Con el fin de terminar con esta realidad, el Municipio capitalino, basándose en la ordenanza 186, promulgada en el 2009, iniciará con una jornada de inspección en toda la ciudad con el fin de retirar las publicidades que no cuenten con un permiso legal por parte del cabildo quiteño.
Aquellos elementos publicitarios que no cumplieron con la normativa tendrán un plazo de 90 días y 5 días adicionales antes de que intervenga el municipio en el desmontaje de los mismos. La ordenanza contempla responsabilidades tanto para la empresa que se encarga de la publicidad como para el dueño del predio en el cual se ubica un determinado elemento publicitario.
Los costos serán asumidos por estos dos actores. Los controles arrancan en diciembre. La sanción sera ejemplar.