La campaña ‘Quito limpiecito’ busca concienciar a los quiteños de la importancia de mantener pulcra la ciudad.
Cerca de 800 estudiantes de distintas unidades educativas del centro de Quito, se reunieron la mañana del lunes en la plaza de Santo Domingo para que de manera ordenada contabilizar el número de chicles existentes en el suelo de ese sector capitalino.
La Empresa Metropolitana de Aseo utilizará dos hidro lavadoras, entregadas por el Fondo de Salvamento, para retirar más de 95.607 chicles del centro histórico.
La presión ideal para extraer los chicles es de 2.600 libras y la temperatura del agua es de 150 grados centígrados. La limpieza de gomas de mascar en un metro cuadrado, costó a la Municipalidad en el 2009, alrededor de 50.000 dólares.
La niña Mélani Llumiquinga, del séptimo de básica de la escuela Aurelio Espinosa Pólit, dijo que es importante el trabajo que se está realizando. “Estamos cuidando a nuestro planeta”, precisó.
Nicole Morocho, de sexto de básica, de la escuela Cardenal de la Torre, opinó que esta es una forma de mantener limpia a la ciudad y pidió que no se arroje chicles y basura por la ventana del auto o del bus. Un sano consejo.
Las calles están pegajosas
La campaña emprendida por algunas instituciones educativas de la capital, ha activado jornadas de limpieza en todo el distrito metropolitano.
Los estudiantes son los encargados de difundir el mensaje de aseo y ornato a todos los adultos.
“No arrojar la basura a la calle, no desechar los chicles en la vía”, son algunos consejos emitidos.