Mireya, 35 años. Mi esposo es un completo irresponsable. Piensa que todavía es un guagua, pero no se da cuenta que ya tiene 38 años y que necesita centrarse. No le gusta trabajar y no le duran los empleos, porque prefiere irse de juerga con sus amigotes. Cuando lo conocí, era un motociclista rebelde, pero nunca me imaginé que jamás iba a cambiar. LLevo casada diez años y siento que ya no tengo fuerzas para seguir con esto, peor ahora que me enteré que me está traicionando con una mocosa rockera. Sé que debo dejarlo, pero me falta valor, pues mis hijos sufrirían mucho sin su padre. Estoy entre la espada y la pared y no sé que hacer.
Mi querida Mireya:
Lo mejor que puedes hacer es separarte. No olvides que además de madre eres mujer y no puedes seguir manteniendo una relación sin futuro. Él siempre va a ser el padre de tus hijos.
Tu amiga Conchita