La bella manabita lleva veinte años en la televisión ecuatoriana. Es un referente de la sensualidad femenina en el país.
Pero sin duda, los años no pasan en vano. Mariela muestra a pesar de su exclusiva belleza, la huella del tiempo. En las noches de los sábados, sus trajes de gala muestran su delgadez, pero a pesar de todo sigue siendo el centro de atención de miles de hombres que se conectan a su programa por verla sonreír. Bella por dentro y con profunda paz interna, paso a paso se convierte en la señora de la televisión ecuatoriana. Su vida es agotadora, entre la radio el programa y su revista.