Irán suspendió ayer la condena a muerte por lapidación de Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer acusada de adulterio y de colaborar en el asesinato de su marido, y revisará su caso, informó el portavoz del ministro iraní de Relaciones Exteriores, Ramin Mehmanparast. “La sentencia contra Ashtiani por adulterio ha sido paralizada y su caso está siendo revisado otra vez, mientras que su sentencia en relación a su complicidad con el asesinato sigue en curso”, dijo el portavoz ministerial. Ashtiani, madre de dos hijos, fue condenada a morir lapidada en el 2006 y recibió 90 latigazos. El caso despertó la indignación de la comunidad internacional, que considera la lapidación como un atentado contra los derechos humanos