Para miles de hispanos en el país del norte, el sueño americano de ser dueños de su propia vivienda se ha convertido en una pesadilla de la que aún no despiertan, advirtió ayer Adolfo Carrión, director del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) de Nueva York.
La pérdida de viviendas por la ejecución de hipotecas sigue siendo una crisis en Estados Unidos, señaló Carrión.
“Mucha gente no ha podido seguir pagando la hipoteca debido al aumento de las cifras de desempleo”, afirmó.
“La concentración más grande de embargos está en el sureste y suroeste del país”, destacó Carrión.
En Nueva York, 773 familias latinas viven con la preocupación de que se ejecuten sus hipotecas, mientras que en Nueva Jersey la cifra asciende a 1.326, según datos de HUD.
Como una medida de solución ante esta crisis, el Departamento de la Vivienda y Desarrollo Urbano está ofreciendo ayuda directa a los dueños de casas que han perdido su empleo y están retrasados en sus hipotecas por un período de entre tres y doce meses.
“Se les presta hasta 50.000 dólares a un interés muy bajo, que pueden pagar en un futuro, cuando probablemente los afectados ya estén trabajando nuevamente”, explicó.
