Sáb. Nov 23rd, 2024

Roberto, 25 años. Mi vida ha sido una cadena de sucesos muy tristes. Desde muy pequeño, he tenido que acoplarme a la realidad quebrantada de mi familia. Cuando nací, mi madre me abandonó y tuve que vivir con la familia de mi padre. Toda mi niñez pasé amenazado por el fuerte carácter de mi abuelo. Un viejo deshonesto y alcóholico. Golpeaba a mi abuela y muchas situaciones más. Cuando cumplí 17 años, salí de esa casa y me dediqué a una vida de delincuencia y droga. Para poder costear mi vicio, robé hasta los artefactos de la casa de mis familiares. Todo tuvo su punto más alto, cuando después de robar un auto caí preso. El infierno se hizo visible en mi vida. Fueron años de desesperación y de llanto. Pero en el Penal, descubrí al único ser que me ha ciudado desde que era niño. Comenzé a leer la palabra de Dios y convertí a mi vida en un cúmulo de bendiciones. Desde ese momento, mi realidad ha sido otra. Quiero salir y ser un hombre nuevo y de bien para Cristo.
Mi Querido Roberto:
La fe, es capaz de cambiar vidas.
Tu Amiga Karina