El proceso de matriculación escolar inició esta semana en la Sierra. Tras la incomodidad que causó el trámite para conseguir cupos para octavo de básica, los padres tendrán que pasar otro tormento: comprar uniformes y listas de útiles.
En épocas de inicio a clases, los almacenes que expenden ropa estudiantil o libros y cuadernos se llenan a más no poder.
Los progenenitores tienen que formar largas filas para comprar lo que sus vástagos necesitan.
La incomodidad en esta gestión podría reducirse, si usted toma las precauciones del caso.
Durante esta semana, los negocios escolares han permanecido prácticamente vacíos y según los dueños, las próximas semanas se agolparán de compradores.
Dejar todo para el último, constituye una mala costumbre criolla, que causa muchas molestias. Además es un mal ejemplo para las nuevas generaciones.
Eduquemos con el ejemplo y compremos los uniformes con tiempo. De esta manera evitaremos aglomeraciones, robos y malos ratos.