Un sitio de reunión especial para los pequeños en época vacacional son los parques. Es una lástima, que estos no cumplan con garantias.
El cotejo inició. Seis pequeños niños juegan un disputado partido de fútbol, en el Parque Sodiro, al norte de Quito, entre el lodo y aspirando el mal olor, que rodea al ambiente. Como esta realidad, hay múltiples.
Tanto que la población se ha visto en la obligación de crear agrupaciones ciudadanas, organizadamente contribuyan a la limpieza y adecuación de los parque de la urbe.
“Es que si la solución no llega de parte del Municipio trabajar por nuestro barrio es más sencillo”, indicó María Tipán.
En la dirección de Parques y Jardines, trabajan 17 personas, las mismas que están encargadas de la limpieza de todos los parques del Distrito. El escaso número de personas que trabajan en el área, los limita para realizar su gestión.
Son cerca de 1800 áreas verdes en el Distrito, el personal no se abastece y la necesidad es urgente. En el mantenimiento de los parques, el Municipio invierte cerca de 2 millones. Las falencias son notables y las quejas de parte de la ciudadanía, aumentan a diario.
Juegos recreacionales inseguros
Una mañana soleada de agosto, María, de 26 años, junto a su pequeña hija de 8 años, buscan un lugar para distraerse.
“Como voy a permitir que mi niña suba a ese columpio, sus bases están levantadas, no es seguro”, precisó. Es que la mayoría de juegos colocados en el Parque Inglés, al norte de Quito, no cuentan con la garantía para su uso.