Tomás, 36 años. Desde que inicié mi vida sexual fui muy descomplicado, me gustaba mucho salir con mis amigos y mis noches de farra se hacían interminables. No desaprovechaba un solo fin de semana para salir de viajecon alguno de mis encuentros sexuales. No me importaba los ciudados que debía tener al mantener una vida sexual activa y tan promíscua. Las consecuencias se hicieron nefastas hace dos meses. Por un problema de gripe que se complicó, visite al médico y este me recomendó que me realizara exámenes de sangre para ver mi estado de la glucosa. Como medida de prevención me realicé el tan temido ‘Suds’. Y los resultados marcaron mi vida. Soy portador activo del ‘Virus de Inmunodeficiencia humano’, mis días están contados. La verdad es que asumo la culpa por mi irresponsabilidad, pero no sé como decirle eso a mis padres. Soy el único hijo. Con esta noticia mataré a mi madre. Soy un ser completamente despreciable.
Mi Querido Tomás:
La solución no es lastimarte. Piensa bien y reacciona con inteligencia.
Tu Amiga Karina
