Bibi Sanubar, era viuda y estaba embarazada, según reveló un agente de policía de la provincia afgana de Badghis. Los talibanes descubrieron que estaba manteniendo relaciones con un hombre, la retuvieron durante tres días y le dieron 200 latigazos en público. La sometieron, además, a un juicio sumario: el mulá Mohammed Yousif instruyó el caso y la condenó rápidamente a muerte. El mismo juez se encargó de cumplir personalmente la condena y le disparó tres tiros.
El supuesto amante de la mujer asesinada huyó para no ser castigado.
Los talibanes, gobernaron Afganistán entre el 1996 y el 2001. En este período, era una práctica común exhibir a las adúlteras, castigarlas lanzándoles piedras o azotándolas y matarlas en público. Tras su derrocamiento, en numerosas ocasiones, el grupo islamista ha negado su responsabilidad en estos casos de abusos y asesinatos.
A partir del 2001, este grupo vive sumido en una campaña de insurgencia con el apoyo de Al Qaeda. En ese lapso de tiempo, los talibanes han ejecutado al menos a cinco mujeres por no cumplir con los preceptos que ellos extraen, de forma literal del Corán, el libro sagrado para los musulmanes.
Los grupos talibanes ejercen poder en varias provincias afganas.
