Roxanna, 23 años. Soy un chica sensible y de buena familia. Siempre soñé en encontrar a esa persona ideal para mi vida, con la que pueda compartir mis sueños y crear una familia que sea mi sustento de ilusión por el resto de mis días. Esa meta fue consolidada falsamente hace tres años, cuando conocí a mi novio. Desde el inicio de la relación nos comprometimos a fondo con nuestros sentimientos. Soñabamos siempre con la idea de tener hijos, les buscabamos nombres y disponíamos las opciones en la que debiamos criarlos. Todo estaba muy bien hasta que de pronto, no se por qué razón empezó a celarme de manera irracional. Me seguía, me buscaba en mi casa a altas horas de la noche o muy temprano en la mañana. Todo llegó a su pico más alto, cuando después de una discusión se aceleró tanto que me golpeó. No podía creer lo sucedido, me dolió en el alma. No lo he visto desde ese día y prefiero morir de dolor hoy, que vivir eso el resto de mi vida.
Mi Querida Roxanna:
Las cosas sucedieron a tiempo, para evitar dolor a futuro. Alejate de él.
Tu Amiga Karina