Sáb. Nov 23rd, 2024

Holanda terminó con el factor sorpresa de Eslovaquia y aprovechó su triunfo (2-1) para reconducir sus aspiraciones entre la élite del fútbol internacional con el acomodo en los cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica.
Holanda se ha rehecho a las decepciones asumidas en los últimos grandes torneos, en los que a pesar de disfrutar de una talentosa generación de futbolistas no terminó de formar parte de la relación de candidatos a un gran triunfo.
Se quedó a medio camino en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008 y en el Mundial de Alemania 2006. Después de un inicio fulgurante en la fase de grupos se desinfló. Y en los primeros cruces fue despachada por Rusia y Portugal, respectivamente.
Con la lección aprendida y un rival de menos pedigrí que aquellos, Eslovaquia, encaró estos octavos. Y con Arjen Robben de inicio, lo que resultó determinante.
Vladimir Weiss, preparador del conjunto centroeuropeo, advirtió que el conjunto holandés era uno con el atacante del Bayern Múnich y otro sin él. No le faltó razón. El jugador ‘orange’ imprimió una velocidad más a su equipo. Una dosis más de talento. Determinante para la inclusión de Holanda entre las ocho mejores del mundo
Holanda fue muy superior a su adversario, amparado a la solidez que le llevó hacia los octavos de final. Pero sin recursos necesarios para sorprender a su rival y sin pegada, sobre todo. Los tantos de la ‘máquina naranja’ fueron obra de Arjen Robben y Wesley Sneijder. En los minutos de adición, Eslovaquia descontó por intermedio de Robert Vittek de tiro penal.  EFE

Por ccarrera