Seúl, 24 oct (EFE).- Expertos y oposición criticaron hoy al Gobierno de Corea del Sur por acordar con EEUU retrasar hasta 2020 la transferencia de Washington a Seúl del control operativo de las Fuerzas Armadas surcoreanas en tiempos de guerra.
El secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, y su homólogo surcoreano Han Min-koo acordaron el jueves en Washington retrasar una vez más, a petición de Corea del Sur, la transferencia del control operativo de sus propias Fuerzas Armadas en tiempos de guerra.
De este modo, Washington devolverá el control a Seúl después de 2020, en lugar de a finales de 2015 tal y como estaba previsto, al considerar que el Ejército surcoreano aún no está suficientemente preparado para contrarrestar la amenaza de misiles y nuclear de la vecina Corea del Norte.
Los sectores progresistas de Corea del Sur han criticado duramente la decisión de ambos Gobiernos, bajo los argumentos de que beneficia a los intereses militares estratégicos de EEUU en la región y podría elevar aún más la tensión con el militarizado régimen de Kim Jong-un.
«Washington ha obtenido beneficios militares» del acuerdo, declaró Paik Hak-soon, investigador del Instituto Sejong de Seúl al diario local Korea Herald, tras recordar que el aplazamiento de la transferencia permitirá mantener en Corea del Sur a las tropas del Comando de Fuerzas Combinadas (CFC).
«En teoría mantener el CFC en la península coreana sirve para contrarrestar las amenazas de Corea del Norte, pero en la práctica ayuda (a EEUU) a mantener bajo control a China y Rusia», opinó el académico.
Por su parte, la oposición calificó como «muy preocupante» el acuerdo entre Seúl y Washington, que a su juicio impide «corregir la situación anormal en la que estamos cediendo a otro país nuestra soberanía militar», según expresó públicamente un portavoz del partido progresista NAPD.
Las voces críticas también argumentan que el aplazamiento puede elevar aún más la tensión en la península, al irritar todavía más al régimen comunista norcoreano, que habitualmente atribuye sus propias acciones militares hostiles a la presencia de EEUU en el Sur.
Seúl y Washington justificaron su decisión del jueves en «el entorno de seguridad cambiante en la región, incluyendo la amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte y la necesidad de mantener una fuerte postura de defensa conjunta», según su comunicado conjunto emitido en la capital estadounidense.
Se trata de la segunda vez que ambos países demoran la transferencia del control operativo del Ejército surcoreano en tiempos de guerra, ya que en 2013 se produjo el primer aplazamiento. EFE