Washington, 8 oct (EFE).- El íntimo drama romántico español «10.000 KM» cerró hoy la 25 edición del Festival Latinoamericano en Washington para trasladarse en los próximos meses a las salas de cine de otras cinco ciudades estadounidenses, como Nueva York y Los Ángeles.
La catalana Clara Roquet, coguionista de la cinta, adelantó en una entrevista con Efe el futuro inmediato del filme triunfador del último festival de Cine Español de Málaga, donde recibió la Biznaga de Oro al mejor largometraje.
«Viajaremos a Nueva York y Los Ángeles. Las otras ciudades todavía están por decidirse», explicó esta joven de 25 años que en el festival de Málaga recibió el premio al Mejor Guión Novel junto a Carlos Marques-Marcet, director y guionista del filme.
Como el argumento de la película, vertebrada en torno a una relación a distancia, la película española ha conseguido ya en varias ocasiones «cruzar el charco» y seducir a la crítica de Estados Unidos, que premió a los protagonistas en el festival de Austin (Texas).
Hoy el filme español cerró el festival con el que el Instituto del Cine de Estados Unidos (AFI, por su sigla en inglés) se adentra en el cine latinoamericano actual.
La película relata el día a día de una pareja consolidada con planes de ser padres y siete años de relación a sus espaldas que se ve obligada a reconstruir su cotidianeidad en formato digital a 10.000 kilómetros de distancia y nueve horas de diferencia.
Enmarcado en dos localizaciones interiores -rodadas en dos pisos de Barcelona-, el filme retrata la vida de la pareja a través de «videochats», mediante los cuales, el espectador va conociendo la evolución de su relación y observa cómo la separación física y emocional entre Los Ángeles y Barcelona va calando en su relación.
Natalia Tena -conocida por su participación en «Juego de Tronos» y en cuatro películas de la saga «Harry Potter»- y David Verdaguer encarnan a Álex y Sergi, dos personajes que comen, bailan, cocinan y se acuestan juntos a través de la pantalla del ordenador intentando suplir la falta de la presencia física del otro.
«Esta ausencia de fisicalidad es una de las cosas más interesantes o más innovadoras que explora la película», subrayó Roquet, quien confesó que, en un principio, el guión incluía a otros personajes aunque posteriormente se fue «depurando» hasta dejar solo a los dos protagonistas.
Precisamente, la pieza angular del filme es la sucesión a través de diferentes escenas de las situaciones cotidianas de celos o de amor que vive la pareja a 10.000 kilómetros de distancia.
En ese marco, el «videochat» se convierte en un molesto tercer protagonista, donde a veces se congela la imagen y funciona más lento que la realidad. Lo que, en ocasiones, molesta a la pareja.
«Quién ha cortado eso, ¿un mono con una cuchilla de afeitar?», le pregunta David Verdaguer (Sergi) a su novia mientras trata de enseñarle a cortar las cebollas para una paella.
Esa escena de la película es la favorita de la guionista porque, según confesó, parece que en ese momento han conseguido encontrar «un punto común» en la distancia.
A más de 10.000 kilómetros de distancia de su país natal, también vive Roquet, que ahora termina de formarse como guionista en la Universidad de Columbia de Nueva York al mismo tiempo que emprende otros proyectos.
Según adelantó hoy, en enero grabará con la productora Lastor Media -la misma de «10.000 KM» – un corto protagonizado por la actriz Mercè Pons que tendrá como escenario una masía catalana de Vic (Barcelona).
El camino para ser guionista o director es, sin embargo, «muy largo» tanto en Estados Unidos como en España, según subrayó la guionista, quien en lo único que piensa es en «trabajar y trabajar» para conseguirlo. EFE