Santiago de Chile, 5 oct (EFE).- Hay bandas que se graban en la retina de los seguidores por una buena puesta en escena o un hit afortunado, pero la maquinaria pesada que desplegó esta noche Queens of the Stone Age en el MoviStar Arena de Santiago es fruto de la solidez pétrea de la que presume el conjunto americano.
No era la primera ni la segunda que los músicos de QOTSA se presentaban en Santiago de Chile con su sonido rotundo como tarjeta de visita, pero sí la única de sus tres visitas en la que trajeron un nuevo disco bajo el brazo.
La banda liderada por Josh Homme visitó por primera vez Chile en 2010 por el festival Maquinaria, y en el año 2013 como parte del cartel del Lollapalooza. Sin embargo, en esta cita a solas con su público y con sonidos frescos un MoviStar Arena repleto dio la bendición definitiva al grupo.
Para romper el hielo, los californianos apostaron sobre seguro con «You Think I Ain’t Worth a Dollar, But I Feel Like a Millionaire» y «No One Knows», temas más que consagrados de la banda que despertaron al público.
Una vez captada la atención comenzaron a desfilar los sonidos electrizantes y la contundente batería de las canciones del nuevo disco, «Like Clockwork», que tal y como su nombre presagia suena parecido a un reloj de maquinaria suiza, muy preciso y bien afinado.
«My God is the Sun», «Smooth Sailing», «I Sat by the Ocean», «Kalopsia» o «If i Had a Tail» demostraron por qué este álbum, tras 18 años de carrera y otros cinco discos de estudio, se ganó el favor de la crítica internacional desde su salida, en junio de 2013.
Cuenta la prensa especializada que Elton John estaba en un auto cuando el conductor le habló de Queens of the Stone Age, y se animó a escucharlos.
Tiempo después, el cantante británico llamó a Josh Homme y le dijo «Lo único que le falta a tu grupo ahora mismo es una verdadera reina» y se ofreció para colaborar en el álbum.
Más allá de lo anecdótico, esta historia demuestra perfectamente por qué QOTSA es el conjunto de rock psicodélico más atípico del panorama musical, pues manteniéndose en su estilo no ha parado de innovar en toda su trayectoria.
Para la segunda parte del recital, el grupo guardó dos de sus temas nominados a los Grammys, «Sick, Sick, Sick» y «Go with the Flows», coreado hasta la saciedad por un público totalmente entregado.
Especialmente notable fue la actuación del baterista Jon Theodore, recién incorporado el pasado año a la banda, que hizo de metrónomo enloquecido durante el recital, y también la del guitarrista Troy Van Leeuwen, exmiembro de A Perfect Circle y que también estuvo brillante en su puesta en escena.
Pero sin lugar a dudas el maestro de ceremonias volvió a ser Josh Homme, artífice del proyecto Queens of the Stone Age, que demostró por qué es el creador del estilo ‘robot rock’ con los temas «Mexicola» y «A Song for the Dead», que dieron cierre al concierto.
Queens of the Stone Age son un clásico en constante crecimiento, sobrios en su vestuario, impecables en la ejecución, tajantes en su sonido, música «de otra era» que siempre suena a algo que otros aún no han inventado. EFE