Nueva York, 1 sep (EFE).- El duelo de excampeones del Abierto de Estados Unidos está asegurado en los cuartos de final tras los triunfos hoy del escocés Andy Murray, octavo cabeza de serie, y del serbio Novak Djokovic, uno del mundo, en la octava jornada.
Murray, que ganó el título en el 2012, completó su mejor partido en lo que va de torneo al vencer por 7-5, 7-5 y 6-4 al francés Jo-Wilfried Tsonga, décimo favorito.
La victoria lo dejó por quinta vez en los cuartos de final y tendrá de rival a Djokovic, que abrió la jornada matinal con otro trabajado triunfo por 6-1, 7-5 y 6-4 frente al alemán Philipp Kohlschreiber.
El choque entre Murray y Djokovic será el vigésimo primero que protagonicen como profesionales en la ATP, con ventaja de 12-8 para el tenista serbio, que ganó al escocés en los cuartos de final del pasado Masters 1000 de Miami.
Murray, que había llegado al US Open con todas las dudas en su juego, ante Tsonga volvió a demostrar la superioridad que siempre ha tenido en los 12 partidos entre ambos, al ganarle por décima vez.
El escocés aprovechó mejor sus momentos ante el francés, al que siempre consiguió romperle el saque en los momentos decisivos.
Como sucedió en la tercera manga, que después de estar abajo 0-2, Murray reaccionó para el 3-2 y ahí acabó con las pocas esperanzas que tenía Tsonga de comenzar la remontada en un partido que aunque se decidió en tres sets duró dos horas y 35 minutos.
Murray consiguió 45 golpes ganadores y 18 errores no forzados por 32 y 43, respectivamente, lo que hizo que ahí estuviese la clave principal del triunfo del tenista escocés que llegó a su décimo Abierto de Estados Unidos bajo la dirección de la extenista francesa Amelie Mauresmo.
El excampeón de Wimbledon, con 11 ‘aces’ y tres dobles faltas, buscará jugar su primera final de un Grand Slam desde la que ganó en Londres el año pasado.
La recuperación de Murray es la peor noticia que podía haber recibido Djokovic, su próximo rival, que no mostró su mejor tenis ni dominio en el triunfo ante Kohlschreiber.
Djokovic, que sobre el papel tenía el partido más fácil de la jornada de octavos masculinos, se encontró con Kohlschreiber, que hizo sudar y trabajar extra al número uno del mundo.
Aunque al final, la clase de Djokovic, que alcanzó los cuartos de final por octavo año consecutivo, no permitió que Kohlschreiber tuviese la satisfacción personal de ser el primero que le ganase un set, a pesar que en la segunda manga alcanzó la excelencia con su tenis.
«Todos sabemos que cada partido en el Abierto de Estados Unidos es una historia diferente y hoy no ha sido la excepción, he tenido que superar momentos complicados ante un rival que jugó muy bien», declaró Djokovic. «Pero al final de la jornada lo que cuenta es el triunfo y eso creo que lo conseguí con claridad».
El triunfo será también lo que busquen esta noche suizo Stan Wawrinka, tercer cabeza de serie, que llegó después de cinco días de descanso tras haber pasado directamente a la cuarta ronda sin tener que disputar la tercera por la no presentación del eslovaco Blaz Kavcic, frente al español Tommy Robredo, decimosexto favorito, que tuvo que trabajar cuatro sets antes para vencer a Nick Kyirgios.
Aunque Wawrinka parte como favorito, en los ocho duelos anteriores que han protagonizado, el español tiene ventaja de 6-2 y espera seguir por el mismo camino.
El rival del ganador de Wawrinka y Robredo será el que triunfe en el partido que protagonicen el canadiense Milos Raonic, quinto favorito, y el japonés Kei Nishikori, décimo cabeza de serie. EFE