Mario, 27 años. Soy un hombre tranquilo, trabajo como cajero en uno de los bancos más grandes de la capital. Tengo una novia muy bonita, ella ha sido durante mucho tiempo mi compañera y mi fiel amiga. Pero ya no puedo más, siento que soy muy infeliz y que es absurdo no poder ser realmente yo. Hace algunos meses conocí en un lugar nocturno, a un chico. Con él descubrí mi real conducta sexual. Soy gay y de la mano de mi nuevo amante lucharé contra el mundo para decir a viva voz, que soy diferente y que me gusta ser así. He descubierto junto a él, la sensación única de la transformación. Algunas noches me he vestido de mujer y me he sentido bella. Hemos caminado por las calles y disfrutado de las fiestas en las que puedo compartir momentos especiales con personas con las que tengo muchas coincidencias. Quiero decirle la verdad a mi novia y a mi familia, afrontar la realidad y buscar con libertad mi felicidad.
Mi Querido Mario:
Tu identidad sexual es tu decisión. Busca tu felicidad.
Tu Amiga Karina