Las ventas de las iPad de Apple cayeron por segundo trimestre consecutivo. Aunque la empresa multinacional estadounidense reportó un aumento general de sus ganancias de US$7.750.000 millones, 12% más que en el mismo periodo del año pasado, las ventas de las tabletas cayeron 9% a 13,3 millones.
Apple vendió 35,2 millones de iPhones entre marzo y junio, un incremento de 13% con respecto a 2013.
El contraste en el desempeño de los dos productos estrella de la empresa es notorio.
Tim Cook, director ejecutivo de Apple, declaró que las ventas de iPhones fueron particularmente buenas en las economías emergentes, el grupo de los Brics: Brasil, Rusia, India, Sudáfrica y, sobre todo, China, donde aumentaron 48%.
El analista Max Wolff, profesor de Economía de la universidad neoyorquina The New School, dijo a la BBC que las ventas de los teléfonos «han sido asombrosas, 35 millones de aparatos, considerando el alto precio que cobran por ellos».
Pero las iPads no corrieron la misma suerte.
Sigue habiendo espacio
En todo caso la respuesta a la pregunta de Jobs fue alguna vez afirmativa partiendo de que confiaba en sus instintos y en la fortuna que le había acompañado como figura clave del desarrollo tecnológico.
Pero en circunstancias en que las pantallas de los teléfonos se están haciendo más grandes y las laptops más delgadas y ligeras, da la impresión que las tabletas están perdiendo su atractivo original.
Ciertamente las cifras más recientes son decepcionantes para Apple. Esta semana, en su último informe de resultados ante analistas financieros en San Francisco, Cook dijo: «Las ventas de iPads cumplieron nuestras expectativas, pero nos damos cuenta que no cumplieron las de ustedes».
Consecuentemente, manifestó su confianza en el futuro de las tabletas y en que seguirán el proceso de innovación que comenzó su predecesor. Es sólo cuestión de «moverse en una trayectoria más rápida y vamos por buen camino», agregó.
Alianza estratégica
Quizás su optimismo esté relacionado con la recién anunciada sociedad de Apple y otro gigante de la computación, IBM.
Cook aseguró que el acuerdo entre ambas compañías servirá de catalizador para que las tabletas se revigoricen en el mercado, con un plan que incluye crear más de 100 aplicaciones.
Mientras tanto, ya se prepara la siguiente generación de teléfonos, el iPhone 6, y siempre quedan los Brics para ver subir las cifras de ventas de iPads, ya que en Estados Unidos y Europa no han tenido tanta suerte.
De cualquier modo, el descenso en las ventas de las tabletas viene de antes: en mayo pasado, la firma estadounidense de investigación IDC disminuyó las perspectivas de ventas en 5,9%, de acuerdo con la menor demanda.
La misma situación se le presentó a la multinacional surcoreana Samsung Electronics, segunda del mundo en el mercado de tabletas, que también adaptó su proyección de ventas de acuerdo con la demanda y sobre todo en China, donde debe competir con productos nacionales más baratos y donde, irónica y sorprendentemente, a Apple le sigue yendo bien.
Y Microsoft decidió no seguir adelante con una tableta de pantalla más chica en la que había venido trabajando.