Nadine Gordimer la activista antiapartheid, que publicó más de 30 libros, falleció en su hogar en Johanesburgo después de una corta enfermedad, informó su familia.
Gordimer comenzó su carrera literaria hace más de 60 años y ganó el Nobel en 1991 por lo que el Comité llamó entonces «su escritura épica de enorme beneficio para la humanidad».
Gran parte de su obra aborda los asuntos de moral y política que Sudáfrica enfrentó cuando la minoría blanca dirigía el país.
La familia de la escritora indicó que su mayor preocupación siempre fue Sudáfrica, su cultura, su gente y su continua lucha para lograr una nueva democracia.
Segregación y enajenación
Gordimer nació el 20 de noviembre de 1923 en Springs, provincia de Gauteng, una población minera cerca de Johanesburgo.
Empezó a escribir relatos desde muy temprana edad y a los 15 años publicó el primero -«Venga otra vez mañana»- en una revista local.
Posteriormente se trasladó a Johanesburgo donde vivió gran parte de su vida.
En un principio se decidó a los cuentos, pero se hizo conocida por sus novelas, entre las que destacan «Historia de mi hijo», «La hija de Burger», «Un invitado de honor», «La gente de julio», «La huella del viernes» y «El desaparecido mundo burgués».
Todas sus obras -tanto novelas como historias cortas- abordan el tema social de Sudáfrica, en el que destacó siempre las consecuencias de la segregación racial, el exilio y la enajenación del ser humano.
También ganó el Premio Booker en 1974 por su novela «El conservador».
En 1989 escribió el guión de un episodio de la serie de televisión de la BBC «Frontiers», dedicado a la frontera entre Sudáfrica y Mozambique. La serie, que tenía ocho episodios, también se editó como libro.
Comprometida a luchar contra el apartheid, Gordimer era una integrante destacada del Congreso Nacional Africano y defendió la causa de la liberación de Nelson Mandela, de quien se hizo muy amiga.
Varios de sus libros fueron prohibidos por el gobierno sudafricano anterior a Mandela.
Su última novela, «No hay tiempo como el presente, publicada en 2012, sigue los pasos de veteranos de la batalla contra el apartheid mientras lidian con los problemas de la Sudáfrica moderna.
«Una voz fuerte»
La Fundación Nelson Mandela rindió homenaje a Gordimer, manifestando su «profunda tristeza por la pérdida de la gran dama de la literatura de Sudáfrica».
«Hemos perdido una gran escritora, una patriota y una voz fuerte por la igualdad y la democracia en el mundo», agregó.
En sus últimos años, Gordimer hizo activismo en la lucha contra el VIH y el Sida, recaudando fondos para Treatment Action Campaign, un grupo que busca ayudar a los enfermos sudafricanos a obtener medicinas gratuitas para salvar sus vidas.
También criticó al presidente sudafricano, Jacob Zuma, al oponerse a un proyecto de ley que limita la publicación de información considerada sensible por el gobierno.
«La reintroducción de la censura es impensable cuando tenemos en cuenta lo que sufrió la gente para deshacerse de la censura en todas sus formas», expresó en una entrevista el mes pasado.
Gordimer deja tres hijos.