El entrenador de la selección de fútbol de Uruguay, Óscar Tabárez, anunció este viernes en una conferencia de prensa que renunciará a su cargo en la FIFA, la Federación Internacional de Fútbol Asociado.
Tabárez condenó al organismo por la sanción a Luis Suárez, a quien suspendió por nueve partidos internacionales y prohibió jugar durante cuatro meses, por haber mordido al defensa italiano Giorgio Chiellini el martes pasado, durante un partido del Mundial de Fútbol de Brasil 2014.
El entrenador acusó a la FIFA de hacer uso indiscriminado de su poder, al imponer un castigo excesivo a Suárez.
En los mundiales suelen oírse cuestionamientos de entrenadores a árbitros o rivales, pero lo de Tabárez fue una crítica poco habitual a la propia FIFA, indica Gerardo Lissardy, corresponsal de BBC Mundo en Brasil.
Al hablar de una «severidad excesiva» en el fallo contra Suárez, de un «uso indiscriminado» del poder por parte del comité de disciplina y de que en el Mundial hubo «cosas que se han medido con una vara distinta», Tabárez puso la mira en la propia propia organización rectora del fútbol.
Y por sí quedaba alguna duda, anuncio su renuncia a la comisión de estrategia de la FIFA, según explicó, para evitar convivir con personas que manejan «valores muy diferentes» a los suyos.
Sin embargo, también despejó cualquier duda que pudiera haber sobre la permanencia de Uruguay en el torneo, al decir que se sienten «heridos, pero con una fuerza increíble y con mucha rebeldía» para el partido contra Colombia.
El salón de conferencias del Maracaná estaba repleto y Tabárez, que tuvo siempre un rostro adusto, se retiró aplaudido por algunos periodistas, fundamentalmente de su país.
Fuente: BBC Mundo