Al menos dos centenares de barras bravas chilenos derribaron una valla junto al centro de prensa de Maracaná y se colaron en el estadio burlando a las fuerzas del orden. De hecho, atravesaron el lugar de trabajo de los periodistas.
El asalto se produjo una hora antes del comienzo del partido frente a España. Media hora después, llegó un segundo asalto, este de menor calado. Los hinchas recorrieron el túnel de acceso hasta el estadio y muchos ganaron su sitio en las gradas.
La Policía practicó alguna detención entre los radicales.
Alrededor de 35.000 chilenos adquirieron entradaspara estar en el choque, pero se calcula que 10.000 más acudieron a Río de Janeiro sin localidad. Sólo 600 españoles acompañaron a la otra Roja. Según la seguridad de Maracaná, ningún hincha llegó a alcanzar la grada.
Aunque por lo que se ve en las imágenes, fueron decenas los que lo lograron.
Fuente: AS