La FIFA presentó en Maracaná la tecnología de la línea de gol (Goal Control) que por primera vez utilizará en un Mundial y que terminará con debates históricos sobre jugadas que traspasaron o no la línea.
El tanto no concedido a Lampard frente a Alemania en los octavos de final del Mundial de Sudáfrica fue el último gran error que motivó a la FIFA a romper con las reglas y abrirse definitivamente a la tecnología en este asunto.
El famoso gol de Míchel ante Brasil no concedido a España en México 86 o el de Inglaterra que sí fue dado en la final del Mundial de 1966 son otros dos ejemplos sueltos de la importancia de ser precisos en estas acciones. “Es imposible que el árbitro y la gente por televisión sepan si el balón ha entrado o no.
No es visible para el ojo humano, que sólo recoge 16 imágenes por segundo”, comentó Johannes Holzmüller, director del programa de calidad de la FIFA. “Era necesario utilizar la tecnología y podemos confiar plenamente en el sistema. En la preparación para el Mundial hicimos 2.400 test y todos funcionaron correctamente. Es decir, es fiable al 100%”.
El sistema consiste en siete cámaras, que emiten 500 frames por segundo en imágenes 3D y hasta un total de 4,5 GB, haciendo que se crucen entre sí hasta ofrecer un veredicto que se transmite en sólo un segundo al árbitro a través de una vibración en su reloj. Los propios árbitros deberán testar antes de los encuentros si todo funciona perfectamente, probando por tres veces si el sistema le manda una señal al reloj si la pelota traspasa la línea. Un total de 14 cámaras situadas en la parte alta de los estadios -siete orientadas hacia cada portería- controlarán si la pelota traspasa o no la línea de meta y comunicarán al reloj del árbitro en menos de un segundo si fue o no gol. Las cámaras y el software triangulan la posición de la pelota y determinan si está dentro de la portería o no. Cuando el esférico entre, el árbitro principal y sus tres asistentes recibirán una señal visual y por vibración en su reloj. «Goal», leerán.
“Es un momento histórico”, reconoció Dirk Broichhausen, responsable de Goal Control. “Consideramos que era necesario este sistema y el resultado es muy positivo. No hay riesgo de que haya intromisiones por internet para variar el veredicto, pues es un sistema offline”. Por último, Masimo Bussaca, responsable arbitral de la FIFA, alabó el programa y la ayuda que ofrecerá a los colegiados: “Esta tecnología es fantástica y va muy en consonancia con los niveles de calidad. Los árbitros podrán trabajar con esta detección automática y les facilitará su labor”.
Fuente: AS