De 51 años, casado y con tres hijos, Varela llegó a los comicios del domingo con el paradójico título de «candidato opositor y vicepresidente», eso sí, en la discordia.
Ingeniero industrial graduado en el Instituto Tecnológico de Georgia, en Estados Unidos, Varela es -además de político- un destacado empresario, como Martinelli.
Su familia posee una conocida compañía productora de licores. También ha sido accionista de varias emisoras de radio.
El domingo, poco después de ser proclamado presidente electo, Varela prometió un gobierno que se dedique a ofrecer servicios y deje de ser un negocio.
«El que quiera hacer negocio debería tomar sus cosas y se vaya al sector privado», dijo ante una multitud de seguidores.
Varela además prometió llevar adelante «una agenda de Estado». «Los panameños vamos a trabajar unidos, no importa de qué partido», dijo.
Varela centró su campaña en la corrupción.
A pesar de ser liberal en lo económico y de tradición política conservadora, Varela goza de fuertes credenciales en el desarrollo de programas sociales.
Antes de romper con Martinelli ideó el popular plan «100 por 70», por el que los mayores de 70 años sin ingresos recibían un estipendio de US$100 mensuales.
«No voy a permitir que ni un centavo de los fondos que le pertenecen a los cuatro millones de panameños se desvíen para nada que no sea servir al pueblo», aseguró en su discurso del domingo.
«No voy a permitir que ni un centavo de los fondos que le pertenecen a los cuatro millones de panameños se desvíen para nada que no sea servir al pueblo»
Juan Carlos Varela
Con el 39% de los votos, se impuso a los otros dos grandes favoritos, el exministro José Domingo Arias, del oficialista Partido Cambio Democrático (32%), y el exalcalde de la ciudad de Panamá Juan Carlos Navarro, del opositor Partido Revolucionario Democrático (28%).
Junto a la experta en derecho internacional Isabel Sain Malo, que será su vicepresidenta, Varela tomará posesión del cargo en julio.
Tradición familiar
Llegó a su partido de adolescente siguiendo la tradición de su familia, que se cuenta entre las consideradas de la «oligarquía tradicional».
Entre sus parientes cuenta con diputados, ministros y diferentes asesores de Arnulfo Arias, tres veces elegido presidente y tres veces derrocado por los militares.
Entre 1992 y 1999 fue director nacional del Partido Arnulfista. En la campaña de 2004 colaboró con varios diputados, alcaldes y candidatos de ese partido, con notable éxito.
En 2005 su formación adoptó la nomenclatura de Partido Pañamenista. Tan sólo un año después fue elegido su presidente.
De la mano de Martinelli, llegó en 2009 a la vicepresidencia. Para ello, renunció a su aspiración presidencial a cambio de ser el candidato oficialista este 2014.
Ruptura
Sin embargo, la coalición de gobierno se rompió en 2011. En medio de acusaciones de corrupción, del gabinete renunciaron los principales aliados de Varela.
Martinelli le quitó su condición de ministro de Relaciones Exteriores porque tenía «muchos sombreros».
Varela milita en su partido desde que tiene 14 años.
Entonces, además de presidente de su partido, vicepresidente de la República y canciller, Varela era el precandidato oficialista, todavía con el apoyo de Martinelli.
La pelea estalló por la oposición de Varela a diversas medidas de Martinelli de cara a controlar los poderes Legislativo y Judicial.
Para Martinelli, Varela fue un vicepresidente desleal.
En mayo de 2011 el mandatario le pidió que renunciara al cargo de vicepresidente porque -según él- no hacía nada. Varela respondió que él servía «al pueblo y no a un gobierno corrupto».
El todavía presidente incluso llegó a llevar a Varela a los tribunales en 2012. Le pidió US$21 millones por daños y perjuicios. Sin embargo, Martinelli terminó retirando la demanda.
Varela fue marginado, criticado y hasta insultado como vicepresidente por funcionarios oficialistas tras pelearse a muerte con el mandatario de Panamá. Durante tres años se negó a dar un paso al costado.
En enero de 2013 se postuló como candidato. Arrasó en las primarias de su partido con un 99% del apoyo.
Enemigo de Martinelli
Martinelli tras la victoria de Varela: «Dios nos coja confesados».
Durante la campaña, el discurso de Varela estuvo centrado en presentarse como adalid de la lucha contra corrupción. Y no ha dudado en acusar a Martinelli.
Aunque no estaba entre los candidatos, Martinelli estuvo muy presente en la campaña.
Muchos llegaron a hablar de un intento de «reelección encubierta» en el hecho de que la candidatura de Arias llevaba de aspirante a vicepresidenta a la esposa de Martinelli, Marta Linares.
Lo que no se esperaba Martinelli era que iba a ganar Varela, quien durante la campaña aparecía irremediablemente como tercero en las encuestas.
Y el domingo quedó clara su sorpresa cuando tras haber dicho que se iba a dedicar a disfrutar de la vida, anunció su nueva condición de opositor y dijo: «Conozco lo que está del otro lado y, verdaderamente, Dios nos coja confesados».
Fuente: BBC Mundo