El migrante ecuatoriano Julio Serrano, a quien tuvieron que extirpar un riñón tras una paliza que le propinaron cuatro hombres hace dos semanas, salió del coma y ya reconoció a su familia, informó Pablo Calle, director de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) en Nueva York.
Serrano, oriundo de Gualaceo, provincia del Azuay, fue atacado por cuatro afroamericanos cuando caminaba hacia su casa en el pueblo de Peekskill, al norte de Nueva York.
El obrero de construcción de 40 años, tiene también los huesos de la cara rotos así como tres costillas.
«Salió del coma el fin de semana y ha reconocido a su familia», señaló Calle, quien se manifestó complacido de que los cuatro hombres acusados como los presuntos agresores están detenidos sin derecho a fianza.
El representante de la Senami, dijo además que la familia está recibiendo protección de la Policía, ya que temen que se tomen represalias tras los arrestos de los cuatro sospechosos.
Calle explicó que el lunes se reunió con representantes de la fiscalía, y se le informó que buscan juzgar a los sospechosos con el agravante de odio racial.
Agregó que la fiscalía «analiza los récords criminales de los sospechosos para saber si han tenido altercados previos con latinos».
Una cámara de vídeo captó la agresión contra Serrano, por lo que las autoridades pudieron arrestar a los sospechosos. Enfrentan entre 8 y 25 años de reclusión.