Jorge Mario Bergoglio, el primer papa latinoamericano, cumple un año al mando de El Vaticano, tiempo en el que su vida ha dado un giro al igual que la iglesia, además de sorprender al mundo con acciones de humildad poco vistas en un sumo pontífice.
El 13 de marzo de 2013 Bergoglio fue escogido como el sucesor de Benedicto XVI, quien sorprendió al mundo con su repentina renuncia el 11 de febrero de 2013, tras cinco votaciones realizadas por los 115 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina.
Tras escuchar el “Habemus Papam” aquella tarde en la Plaza de San Pedro, en Roma, la gente rompió en júbilo, y aún más cuando supieron que era el primer papa latinoamericano en dirigir a 1.200 millones de fieles en todo el mundo.
Al ser designado como nuevo Papa, Bergoglio se puso de inmediato manos a la obra para dar un vuelco a la imagen de la Iglesia y lo hizo con un nuevo estilo y un nuevo tono. Con ello atrajo a las masas y creó un insospechado entusiasmo.
Bergoglio, de 77 años, escogió el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, el hombre de la pobreza y la humildad, calificativos que resaltan el accionar del papa argentino durante este año, como el de bautizar en la Capilla Sixtina al bebé de una pareja que no estaba casada por la Iglesia, o comprometerse con una madre soltera a hacer lo propio cuando naciera su hijo si no encontraba a un sacerdote que lo hiciera.
“Él hubiese querido que otra persona más joven fuese la elegida. A Jorge no le gustaban los primeros planos, él siempre ha sido muy humilde y trataba de que otras personas ocuparan ese rol”, relató Gustavo Vera, activista argentino de derechos humanos, a la agencia Notimex.
La austeridad ha sido otra de las características de Francisco, quien prefiere viajar en autobús con los cardenales, pagar un hotel como cualquier otra persona o estar con la gente.
FRANCISCO, EL PAPA QUE ANHELA CAMBIAR LA IGLESIA CATÓLICA
Desde un comienzo hizo evidente su renuncia al lujo y el protocolo propios del Vaticano, rechazando su traslado a la residencia oficial de los pontífices, el Palacio Apostólico, y quedándose a vivir en la casa de huéspedes del Vaticano, la residencia Santa Marta.
“Al igual que el quinto mandamiento dice ‘no matarás’, y establece un límite para salvaguardar el valor de una vida humana, ahora tenemos que decir que no debe haber una economía de exclusión y desigualdad. Este tipo de economía también mata”, afirmó Bergoglio en una exhortación en noviembre pasado.
“Lo que está marcando Francisco es esa vuelta a la búsqueda del rebaño, acompañado por los gestos maravillosos como los que él tiene”, indicó a Notimex el sacerdote Guillermo Marcó, quien por muchos años se desempeñó como portavoz de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
Francisco exigió a los sacerdotes que salieran de sus iglesias para asistir a los más necesitados, a los pobres y desfavorecidos. Él es el primero en dar ejemplo lavando y besando los pies de los pobres, invitándolos a su cumpleaños o inaugurando la Cuaresma en un centro de ancianos.
Es indudable su preocupación por los inmmigrantes y los marginados, además, de hacer un llamado a poner fin del derramamiento de sangre en Siria.
Así como ha logrado atraer a muchos fieles durante este año, también hay quienes lo critican por su accionar humilde, de esta manera hay quienes se preguntan qué es lo que realmente quiere conseguir el pontífice con esta evidente transformación desde la cabeza de la iglesia católica.
Fuente: Andes