Accidentes aéreos más graves en el siglo XXI. La desaparición del Boeing 777-200 de Malaysia Airlines que despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo con destino a Pekín sería, de confirmarse, uno de los accidentes aéreos más graves ocurridos en el siglo XXI.
El vuelo MH3700, que despegó de Kuala Lumpur a las 00.41 hora local (16.41 GMT del viernes) y tenía previsto llegar a Pekín seis horas más tarde, perdió contacto con la torre de control de Subang a las 02.40 hora local, según la aerolínea.
Anteriormente, el 12 de noviembre de 2001, murieron las 255 personas que viajaban a bordo de un Airbus-300 de American Airlines que se estrelló en el barrio residencial neoyorquino de Rockaway, en el distrito de Queens, minutos después de despegar del aeropuerto John F. Kennedy con rumbo a Santo Domingo.
Meses después, el 25 de mayo de 2002, un Boeing 747-200 de la aerolínea taiwanesa China Airlines, en el que viajaban 225 personas, cayó al mar poco después de despegar de Taipei con destino a Hong Kong. Los restos de la aeronave, que se desintegró en el aire, fueron encontrados en un radio de 80 kilómetros.
Apenas nueve meses después, el 19 de febrero de 2003, fallecieron los 302 ocupantes de un avión militar iraní que se estrelló en el sur del país. En el Antonov de fabricación rusa, que cubría un vuelo interno entre las ciudades de Zahedan y Kerman, viajaban miembros del Cuerpo de Guardia Revolucionaria Islámica.
También el 17 de julio de 2007 murieron 199 personas, y otra fue dada por desaparecida, al estrellarse un Airbus A320 de la aerolínea brasileña TAM cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto de Congonhas en Sao Paulo (Brasil).
Aunque en el avión viajaban 187 personas, otras 13 fueron alcanzadas en tierra al salirse la aeronave de la pista e incendiarse tras chocar contra un edificio.
El 20 de agosto de 2008, un avión de Spanair con 172 personas a bordo y cuyo destino era la isla española de Gran Canaria, se estrelló durante el despegue en el aeropuerto de Barajas (Madrid) con un balance de 154 muertos.
Más recientemente, el 1 de junio de 2009, murieron los 228 ocupantes de un Airbus A-330 de Air France que había desaparecido en pleno vuelo, cuando viajaba desde Río de Janeiro a París.
Los restos del avión siniestrado aparecieron en aguas del Atlántico, a unos 650 kilómetros del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha.
Menos de un año después, el 10 de abril de 2010, el jefe de Estado de Polonia, Lech Kaczynski, y otras 95 personas, una veintena de ellos altos cargos políticos y militares, perdieron la vida al estrellarse cerca del aeropuerto militar de Smolensk (Rusia) su avión militar, un Túpolev-154. EFE