Jennifer López está convencida de que la clave para triunfar en el amor consiste en mantener un vínculo «saludable» con la persona que comparte su vida, por lo que entiende que el carácter aventurero y sorprendente de algunas relaciones debe verse compensado por un ambiente de «estabilidad» para superar así el paso del tiempo y convertirse en algo duradero.
«Me gusta que haya un poco de caos en mi vida sentimental, que todos los días tenga un nuevo reto que afrontar y que el factor sorpresa me mantenga motivada, pero obviamente también necesito sentirme segura y lograr cierta estabilidad para poder tomarme las cosas en serio. Creo que buscando el equilibrio se consigue que una relación se convierta en algo saludable», reveló Jennifer Lopez a la edición británica de la revista Glamour.
Aunque en la actualidad mantiene un consolidado romance con el bailarín Casper Smart, la diva del Bronx asegura que jamás estaría dispuesta a luchar por una relación si no estuviera completamente segura de que, al menos, merece la pena salvar lo poco que quede de ella. Pese a que sus reflexiones son hipotéticas y no hacen referencia al estado actual de su vida amorosa, tal confesión podría dejar entrever por qué no funcionó su matrimonio con el también cantante Marc Anthony.
«Suele llevarme mucho tiempo acostumbrarme a los cambios y a aquellas situaciones que aparecen de forma repentina en tu vida. Pero cuando sé que algo no funciona, necesito tomar cartas en el asunto y tratar de resolverlo cuanto antes. No me gusta la indecisión cuando estoy en una dinámica que no me satisface», añadió la intérprete.
Jennifer Lopez también revela que la espectacular figura que luce a sus 43 años tiene mucho que ver con su carácter disciplinado y con el hecho de que no disfruta dándose caprichos culinarios. Amante del ejercicio físico y de una dieta sana y variada, la artista neoyorquina nunca ha sentido la necesidad de pasar toda una tarde en el sofá relajándose y «devorando» tarrinas de helado.
«Lo único que puedo decir es que no me gusta dejarme llevar por los impulsos ni darme a mí misma una recompensa que no creo merecer. Me gusta cuidarme y respetar varias reglas para cuidar mi físico, así que jamás me encontraréis una tarde tumbada en el sofá y devorando helados. Solo de pensarlo, acabaría vomitando», concluyó.
Fuente: Terra