El magnate de negocios, Cecil Chao Sze- tsung de Hong Kong, ofreció, el año pasado, 65 millones de dólares al hombre que lograra conquistar a su hija Gigi Chao y le pudiera «quitar» lo lesbiana.
Esta vez, ha doblado la oferta a los interesados, aunque su hija insiste en que el dinero «no conseguirá que un hombre me parezca atractivo».
Este es el anuncio que publicó en los diarios.
«Ni siquiera un billón de dólares», declara hoy la joven al diario «South China Morning Post», después de que su padre hiciera pública la oferta hace días a un periódico de Malasia.
Gigi Chao, de 33 años, sugiere que «sería feliz de ser amiga de cualquier hombre que desee donar grandes cantidades de dinero a mi organización de caridad, la cual nombró «Faith in Love» (Fe en el amor), si no le importa que tenga ya una mujer que le ha robado su corazón».
El padre está decepcionado de que ningún varón ha logrado ganarse el corazón de su hija.
En una entrevista al diario malasio de nombre ‘Nanyang Siang Pau’, el pasado 20 de enero, el millonario padre lamentó que, aunque su oferta inicial atrajo más de 20,000 candidatos, «ninguno se ganó el corazón de Gigi».
Pese a su iniciativa, aseguró no querer «intervenir en la vida privada de mi hija. Sólo espero que ella tenga un buen matrimonio e hijos que hereden mi negocio».
La mujer declaró que ya está harta de que su padre anuncia sobre la dote que ofrece para casarla con un varón, esto ha provocado problemas con su pareja de 9 años, Sean Egy.
Su hija sabe que su padre la ama a pesar de no estar de acuerdo con sus preferencias sexuales.
Gigi es Directora Ejecutiva en la compañía inmobiliaria de su padre, Cheuk Nang, y pasa mucho tiempo dedicándose a actividades de caridad como la fundadora de «Faith in love», que trabaja para aliviar la pobreza en las zonas más desfavorecidas del continente asiático.
Si bien le disgusta el pertinaz interés de su padre en que tenga un marido, Gigi dice que «sé que me quiere. Es sólo que es de otra época y le resulta difícil comprender mi lucha por los derechos de la comunidad homosexual». De todas formas, «gracias papá, yo también te quiero», concluye la joven.