El presunto autor material de un asesinato fue sentenciado a muerte por una tribunal índigena, en la parroquia de Zumbahua en Cotopaxi, en tanto cuatro hombres más recibieron fuertes castigos por participar del crimen.
El 16 de mayo, decenas de indígenas de 24 comunidades se congregaron en la Comuna La Cocha, en la parroquia de Zumbahua para castigar a Flavio e Iván Candeleto Quishpe y a los hermanos Cléber y Wiliam Chaluisa Umajinga. Los jóvenes fueron colgados por las muñecas y recibieron ortiga y fuete durante treinta minutos.
Los cuatro muchachos fueron acusados de participar en el asesinato de Marco Antonio Olivo Pallo. El autor material del crimen, Orlando Quishpe, no fue expuesto al público y fue sentenciado a la pena de muerte.
El crimen se produjo el 9 de mayo, en el parque de Zumbahua.
La presidenta del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), Dioselinda Iza, el Fiscal de Asuntos Indígenas, Vicente Tibán, y el Jefe Político de la parroquia, participaron como veedores del proceso.
Las autoridades presentes explicaron que el sospechoso debe ser entregado a la justicia ordinaria para que sea juzgado. La delegada de la Conaie, Norma Mayo, advirtió que si se da muerte al acusado, los dirigentes podrían verse implicados en un crimen y también ser juzgados por ese acto, razón por la cual, hasta este lunes, se les pedía recapacitar y entregar al detenido a los miembros de la Policía Nacional.